El proyecto se sitúa en una finca enclavada en un entorno natural privilegiado, en la parroquia de Amandi, perteneciente al concejo de Villaviciosa en el Principado de Asturias, delimitada por la Ría de Villaviciosa que convierte a esta parcela en inundable.
La solución proyectada, parte de estos condicionantes paisajísticos, por lo que el principal objetivo, es diseñar una vivienda unifamiliar coherente, respetuosa con el entorno y que dé respuesta a las necesidades del cliente.
Tras analizar las edificaciones del lugar y la orientación sur-oeste a modo tradicional, se ubica la edificación en el límite de la zona inundable, ligeramente elevada y al abrigo de la vegetación de ribera de la parcela.
Se reconoce en esta arquitectura rural una pieza mucho más inteligente de lo que a simple vista pueda parecer. Proponiendo una casa de planta baja, con cubierta a dos aguas y un patio central que actúa de pieza sobre la que articulan el resto de espacios.
Para modular la luz, se abren huecos de gran tamaño, configurados como lugares donde disfrutar tanto de la protección y el confort de la casa, como del impresionante entorno natural que la rodea.
Una de las peticiones del cliente, una familia joven con tres hijos, era la oportunidad de disfrutar de espacios amplios donde puedan estar en contacto todos los miembros de la casa mientras realizan diferentes actividades, preparan la cena o leen un libro. De forma que se construye un gran espacio central para el salón y la cocina, donde la chimenea es el elemento protagonista, alrededor del cual, se ordenan las distintas piezas destinadas a las habitaciones.
Otro elemento protagonista es el patio interior vegetal, al que se vuelcan algunos de los espacios, para su protección de la orientación norte-este y convirtiéndose además en un espacio de naturaleza controlada con el que potenciar esa sensación de vivir en el exterior.
Se trabajan materiales naturales, la madera, el hormigón, los cantos rodados del río, incluso con el agua mediante canalizaciones que desbordan intencionadamente en algunos puntos controlados. Tanto en los acabados interiores como en los exteriores, son utilizados en su auténtica expresividad, con tonalidades y texturas que armonizan con el entorno. Dando como resultado una pieza sólida, de escala humana, que nos protege y en sintonía con la naturaleza.
