El proyecto se basa en la rehabilitación integral y ampliación de un edificio singular de principios del siglo XX en el barrio de Arganzuela, en el centro de la ciudad de Madrid.
Se trata de un edificio muy particular, no solo por su arquitectura y detalles singulares, sino por su historia. La edificación original pertenecía a una familia que se dedicaba a la venta de leche, contaba con una construcción anexa donde se resguardaba el ganado, en este caso en particular, vacas. El despacho donde se vendía diariamente la leche se encontraba en la planta baja, bajo el ornamentado rótulo “La Auxiliadora Gran Vaquería” realizado en grandes letras de latón, decorado con piezas de mármol y rematado con formas onduladas y suavizadas típicas del movimiento art decó.
El edificio se estructura en cuatro niveles, la planta baja pertenecía al local comercial donde se atendía a los clientes y se almacenaba el producto, en el margen derecho existía un paso para vehículos o carros que da acceso a un amplio patio interior de manzana y en el margen izquierdo de la fachada se localiza el portal del edificio que da acceso a las viviendas y conecta a su vez con la tienda de vaquería. Las plantas superiores tenían un uso exclusivamente residencial y se organizaban en una vivienda por planta, siendo el lugar de residencia de toda la familia en Madrid.
El cliente solicitó al estudio de arquitectura una reinterpretación del edificio y conseguir el aprovechamiento máximo de edificabilidad en la parcela, de forma que pudiesen ejecutarse el mayor número de viviendas posibles.
Siguiendo estas premisas, se abordó la rehabilitación del edificio estudiando su estructura y cada uno de los elementos que la componen. Del análisis, se sintetizaron los elementos con mayor valor arquitectónico del inmueble a recuperar y la fórmula para potenciarlos. En paralelo se realizó un estudio exhaustivo no sólo de los edificios colindantes de parcela sino de todos los de la calle, de forma que se analizaron las alturas, los estilos arquitectónicos, los materiales… y su relación con el entorno de Madrid. Se establecen así unos criterios de ritmo, dimensiones de huecos y tonalidades de materiales, que serán los criterios adoptados en la rehabilitación integral del edificio.
En la fachada destacan sus estrechas y alargadas terrazas, suavizadas en curva y sus barandillas redondeadas, se hace un ejercicio de recuperación, jugando con el estuco y la cerámica, todo ello en tonalidades crudas mimetizándose con los colores típicos de los edificios de ladrillo de Madrid. Se recupera toda la parte baja de la vaquería, con sus rótulos y sus mármoles, aprovechando los huecos para convertirlo en la puerta de entrada al edificio creando un amplio portal que invite a su entrada. El paso lateral se amplía para poder permitir la entrada cómoda de vehículos e incorporar en el patio interior de manzana una zona de parking privado para las viviendas.
El edificio original se moldea buscando el máximo aprovechamiento y agotar así su edificabilidad, por esta razón se realiza una operación de vaciado en todo el núcleo de escaleras original y se traslada al exterior incorporando un ascensor nuevo. Con esta operación es necesaria la creación de un nuevo forjado ligero para dar uso a esta operación de vaciado y se amplía la fachada interior a patio. También se crea un patio central que permite un flujo de ventilación e iluminación correcto a todas las estancias, consiguiendo que todos los espacios de las viviendas tengan salida al exterior.
Gracias a esta estrategia de sustracción se consiguen liberar los suficientes metros cuadrados para poder realizar dos áticos en un nivel superior, y un solárium en terraza.
Originalmente el edificio disponía de 3 viviendas y con el proyecto de rehabilitación que ha realizado el estudio de arquitectura se han conseguido cuatro viviendas individuales, tres viviendas dobles y dos áticos. Todas las viviendas del edificio son exteriores, disponen de calefacción mediante suelo radiante, climatización independiente y zona de aparcamiento privado.
El estudio de arquitectura ha buscado con este proyecto de rehabilitación del edificio, ser consecuente con la historia propia del inmueble y de la ciudad de Madrid, potenciando sus virtudes en equilibrio con el entorno, y maximizando todos los recursos.